Esta
película remite a procesos de autorreferencia. Lo que quiere decir que en un
momento de la película el proceso se llama a si mismo y puede repetirse un
número de veces. Llevado a la trama una persona se encuentra físicamente consigo misma, y ¿Qué hacer entonces?. También se plantea el
problema de los viajes en el tiempo y de la imposibilidad de deshacerse de los
cadáveres en un futuro, de alguna forma de la imposibilidad de matar. En
definitiva que son muchas cosas las que plantea la película para ser resueltos
con pocos medios pero con mucha imaginación.
En la
película, el protagonista se encuentra consigo mismo pero con treinta años más y el
yo joven debe matar al yo viejo. La flecha del tiempo dice que si el joven
mata al viejo, el joven sabe cuando va a morir. También dice que si el viejo mata
al joven, el yo viejo desaparecerá y su existencia se desvanecerá, no habrá
existido. No sé si contarán el resultado de sus actos. Por si fuera
poco ambos yoes son unos asesinos, si bien el viejo es más peligroso al tener más experiencia, también más experiencia criminal. No se puede negar que el planteamiento
es interesante. Imaginemos encontrarnos con nosotros mismos unos años antes o
unos años después. ¿Cómo nos veríamos? Giovanni Papini se lo imaginó en un
relato titulado “Dos imágenes en un estanque” del libro “El piloto ciego”,
donde el viejo acaba tirando al joven a un pozo. No podía soportar su carácter,
no podía soportar su propia presencia, acaso su propia juventud. En la película
sin embargo parece que ambos se reconocen y hasta cierto punto se comprenden,
sin olvidar que al comienzo el joven pretende matar al viejo, es verdad que sin
quererlo.
Si este
proceso de autorreferencia se produce una vez, es posible que se pueda producir
otras veces y que simultáneamente puedan aparecer varios yoes por lo que
siguiendo la lógica anterior, en lugar de una reunión de viejos amigos, se
puede convertir en algo parecido al duelo del OK Corral.
Además
estos procesos son liosos de pensar y más todavía de orientarnos en nuestro
pensamiento porque cuando creemos que tenemos la idea agarrada por la solapa, se
nos escapa y al volver a ese punto de razonamiento ya se ha marchado. Es
necesario anclar la secuencia a un dato a partir del que ir hacia delante y
atrás. Quiero decir que me marea el andar corrigiendo posiciones para poder
entender el desenlace. Algo parecido me pasó en la película Origen, donde al
final me acabó dando igual el espacio-tiempo en el que se encontrasen, con tal
de que aquello acabara de alguna manera. Esta no llega a ese punto de mareo.
Son cosas
al estilo “Todos los cretenses son mentirosos” dicho por Epiménides que era
cretense. Que no hay forma de resolverlo.
A pesar de
los líos de la cabeza, se me hizo corta, lo cual dice casi todo lo que se puede
decir.