Recuerdo que
cuando era pequeño pasaban en la tele de blanco y negro un
tipo de dibujo animado que me producía una enorme tristeza. Sus protagonistas
eran muñecos de plastilina y su falta de expresión
me sumía en un estado de ánimo que me obligaba a apagar la televisión y a
cambiar de actividad. Años después me enteré de que algunas películas estaban dirigidas por Jirí Trnka y se consideran obras maestras. Ese tipo de dibujo animado es el que me recuerdan las
películas de dibujos dirigidas por Tim Burton. También me producen una cierta
tristeza que no impide concentrarme en la trama y hacer que me parezcan espectáculos
memorables. Hablo de las dos que he visto hasta la fecha “Pesadilla antes de
navidad” y “La novia cadáver”. Ambas tienen algo que me trasporta a mi infancia.
Me enteré por la
tele de que estaban exponiendo las maquetas-escenarios de la última película
rodada por Burton y que se va a estrenar dentro de unos días. Se
trata de Frankenweenie. Película de la que en el año 1984 hizo un cortometraje
con actores de carne y hueso. Pensé que la exposición sería en Los Ángeles o
Nueva York, ciudades afines a la industria cinematográfica, pero posteriormente
me enteré que la sala que albergaba el acontecimiento era el Cuartel del Conde
Duque, aquí en Madrid.
La exposición
gira alrededor de cuatro maquetas que están diseñadas al detalle, a saber; una calle, la clase de Víctor el protagonista de la película,
un desván y su habitación. Hay que decir que la técnica de estas películas se
llama stop motion. Para dar sensación de movimiento no se utilizan ni dibujos,
ni gráficos 3D. Tan solo muñecos con un ligero cambio de posición en cada
fotograma a una velocidad de 24 fotogramas por segundo. Esto, según nos
explicaron, da un rendimiento de tres minutos de película a la semana. Pero
claro esto se hace cuando ya está pensado el guión y construídos los decorados.
El tiempo de producción de la película es de cinco años. Lo más difícil de
lograr es el parpadeo, la sensación de estar parpadeando.
En la maqueta
que representa la clase había hojas sobre los pupitres de los alumnos cada una escrita
con un texto diferente y hasta con una letra diferente. El grado de
minuciosidad es extraordinario. Se puede apreciar los nudos de la madera, las
telas de araña, la cadena de la bicicleta con sus eslabones, el polvo sobre los
muebles. No solo es una obra de arte si no que manifiesta una capacidad de
observación fuera de lo normal. El hiperrealismo es frecuente en pinturas o esculturas, también en maquetas.
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