jueves, 21 de marzo de 2013

A la sombra de Phelps





Demetrio fue a hacer las pruebas de nivel porque había decidido apuntarse a un curso de natación. Era experto nadador sin estilo definido. Marta, la monitora, le preguntó si sabía nadar a crol y Demetrio le contestó que sabía nadar a algo parecido a crol y a  algo parecido a braza. En su fuero interno pensaba que era razonablemente bueno ya que en vacaciones se metía en la zona de playa donde no hacía pie y nadando llegaba de un extremo a otro de la playa.

Así que Demetrio salió del vestuario con el traje de baño de oferta del decathlon, las gafas enrolladas en la muñeca y unas chanclas poco más que de estar en casa. Una bolsa roja de plástico para la ropa marca kappa de cuando era joven y los zapatos metidos en una bolsa del ahorramas. Prefirió dejarlo todo en una taquilla que estaba junto a la pileta.

Demetrio se movía como nadador completamente seguro de si mismo. -Vengo a hacer la prueba de nivel. Marta le preguntó por su gorro de baño. A lo que Demetrio dándose un golpe en la frente recordó que lo había dejado dentro de la bolsa roja marca kappa. Un nadador experimentado puede cometer pequeños deslices. Volvió a abrir la taquilla y vació la bolsa, depositando las cosas en el banco, la ropa, la toalla, un bote de gel grande, el periódico. El gorro estaba al fondo junto al bocadillo envuelto en papel de plata. 

Cuando Demetrio se metió en la piscina, sabía que podría llegar al nivel medio-avanzado junto a los fórmula uno de la piscina. Marta le mandó hacer un largo a crol, otro a braza y otro más de espaldas en el que se echó un generoso trago de agua producto del roce de la mano con la corchera. Después Marta le dio una tablilla y le mandó avanzar solamente dando patada de crol. A Demetrio le costaba horrores avanzar. Hacia mitad de la piscina comprobó que no avanzaba nada en absoluto pese a mover los pies frenéticamente. La monitora le hizo salir de la piscina.  – Que tal?.  Y Marta, condescendiente, le dijo que bien, que el movimiento de brazos era bueno, pero que de cintura para abajo se hundía como un botijo. – Hay que trabajar esa patada, hundes el cuerpo medio metro y no controlas la respiración. Por lo demás está bien. Te vamos a poner en el nivel cero, para que vayas puliendo esos errores. Empezamos el martes de la semana que viene a las cuatro y media.

Pasó junto a un espejo y vio el color rojo-semáforo de su cara, congestionada a tope. Mientras se retiraba al vestuario oyó un a voz a su espalda – Demetrio, que te dejas las chanclas!!!.  Pensó que estaba llamado a ser el nuevo Michel Phelps del nivel cero. Que algo grande estaba a  punto de empezar.


29 comentarios:

silvo dijo...

Era bueno entre los que no pulen estilo según parece, le queda trabajo, saludos

Nieves Martín dijo...

Vamos que es un hombre con moral!!!
Dentro de un par de meses Phelps será un aficionado a su lado... jejeje

Ha sido un relato de lo mas divertido. Un besote Jaal :)

Rafa Hernández dijo...

Yo también nado como los peces: mitad parriba, y mitad pabajo, además en las piscinas que hago pie ando sobre las aguas como Jesucristo, y no le doy tanto bombo. Las fallas bien, currando pero bien; gracias.

Un abrazo amigo jaal.

Patzy dijo...

Jajaja!!!! Me encantó!!! Y me convenciste: jamás voy a aprender a nadar! Lo mío es terrestre...aunque no repto (por si a alguno se le ocurre el chiste fácil de imaginarme viperina)! Saludos maestro!

Verónica O.M. dijo...

Todo llegará, hay qué tener un poquito de paciencia y practicar más.
Besos

Mirella S. dijo...

Me gusta tu humor, Jaal.
Es suavecito y me deja una gran sonrisa. Y hay tanta humanidad en la descripción del personaje, que fue un gusto leer el relato.
Un abrazo

LA ZARZAMORA dijo...

Por suerte no salió sin el bañador... y no está todo perdido.
A veces empezar de cero es la mejor opción.

Un beso, Jaal.

Y gracias por tus comentarios y tus visitas.

Francisco Espada dijo...

¡Felicidades! No podemos vernos, pero nos vemos como una sombra agigantada en medio de la mediocridad del mundo; luego resulta que ni siquiera llegamos a la media. ¡Muy buen relato!

N dijo...

Me encantó, Jaal, me imaginé ahí, sin restricciones. Yo hace diez años que hago natación y todavía me sigue pasando entrar de vez en cuando a la pileta para encontrar que estoy hecha una tortuga. La práctica pero también la regularidad con la que uno nada tienen mucho que ver. ;)

¡Beso grande, grande!

LOS OJOS DE LA NIEBLA dijo...

Tesón, práctica, paciencia,continuidad...todo ayuda a mejorar...
Al pobre se le ve tan buena persona, tan mono, tan humano, con ese aire de saberse uno de los mejores, que todo se le perdona.
Ya verás , ya, que rápido evoluciona..

Anónimo dijo...

Un relato estupendo. Hay gente que se mueve por estímulos, éste Demetrio se estimuló demasiado.
Un abrazo.

María Pilar dijo...

Pues sí tiene optimismo Demetrio, quien no se consuela es porque no quiere.
Saludos Jaal

lichazul dijo...

pues el que la sigue la consigue!!
y este Demetrio tiene garra y porfía, pero sobre todo , autoestima, cosa que no siempre las personas llevan dentro de sí, y por eso a veces no resultan los sueños

abrazos

Arturo dijo...

Jaal:
Muy buena historia, me agradó mucho.
El pobre Demetrio era todo un desastre, pero no se achicaba ante la adversidad.
Ya me lo imaginaba: chapoteando a lo loco.
Al final, seguro que consigue progresar.
Un gran abrazo.

Arturo dijo...

Jaal:
Muy buena historia, me agradó mucho.
El pobre Demetrio era todo un desastre, pero no se achicaba ante la adversidad.
Ya me lo imaginaba: chapoteando a lo loco.
Al final, seguro que consigue progresar.
Un gran abrazo.

Melvin dijo...

Para todo hay un principio y desde luego, no hay nada escrito... Seguramente nadie auguró a un Phelps doliente, que su futuro estaría coronado por una corona de laurel... Besotes.

Joaquinitopez dijo...

Eso es ser optimista.
Por cierto, Zarzamora, eso me pasó a mí, lo de salir sin bañador digo. Pero llevaba el gorro puesto ¿eh?

Aristos Veyrud dijo...

Se decepcionó bastante consigo mismo pero se le nota disposición de aprender y practicar estilo. Tal vez eso le sirva para dosificar la sobervia que le de una posición de su nivel más acorde con los estándares del deporte.
Abrazos Jaal!!!

PD: Ayer publiqué algo sobre la poesía, bloguer no lo actualiza, por eso estoy pasando este aviso para los comentaristas en mi blog que aún no se enteran.

Nai Mau dijo...

¡VAMOS, DEMETRIO!
A participar a Splash junto a Faleteeee

Amapola Azzul dijo...

jajja,seguro, besos, bonito relato.

Feliz finde. Buen relato.

Amando García Nuño dijo...

Los gurús del pensamiento positivo dirían que eso es autoestima. Los de la Elipa diríais que tiene un par...
Abrazos

genessis dijo...

Algunos principios son así, lo importante es encontrar el punto cero y partir.

Excelente racconto.
Abrazos de sábado,
y que tengas un buen domingo.

Manuel R. dijo...

Jajaja... Esa es la actitud.

Me gusta muchísimo. Esos detalles que dicen tantas cosas y esa especie de inocencia bienintencionada me han cautivado.

Celeste dijo...

Empezar de cero para algún día llegar alto, esa es la mejor manera de triunfar.

Unknown dijo...

Con paciencia y práctica en dos o tres meses, nada perfectamente...si no se olvida de la cabeza en la taquilla....jajaa....besoooosss

Uno dijo...

Me he sentido muy identificado con el nadador Demetrio. Se ve que eres un gran conocedor del alma humana y de la moral alcoyana en particular.

Un abrazo

TORO SALVAJE dijo...

Demetrio "El Delfín"!!!

Saludos.

lichazul dijo...

gracias por tu huella
ten una semana preciosa

Unknown dijo...

Ilustra bien nuestra sesación de ser superiores de lo que somos.
Y esto no es tan malo como nuestro otro desequilibrio el de sentirnos inferiores a lo que somos.

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