San Malaquías dice:
“In psecutione extrema Sacrae Romanae Ecclesiae sedebit. Petrus Romanus, qui pascet oues in multis tribulationibus: quibus transactis ciuitas septicollis diruetur; Judex tremedus iudicabit populum suum. Finis.”
Leo esto y me pasa lo mismo que con algunos textos o ante la lectura del Ulises que nunca hice, que no entiendo nada. Sin embargo el latín tiene esa cosa de los sonidos fuertes de las palabras como si estuvieran escritas en piedra que le dan un aire solemne y catedralicio.
Lo que viene a decir San Malaquías es que el último papa se llamará Pedro el Romano, pasado el cual Roma será destruida y el juez supremo dictará sentencia a los fieles. Muy de iglesia y de apocalipsis. Nada extraño por lo tanto. Al final siempre viene alguien impartiendo justicia, al contrario de lo que pasa en el mundo real.
Para justificarlo, Malaquías, que fue arzobispo católico de Armagh, nombre que también se las trae y que no he querido saber donde está para mantener ese aire remoto y alejado de la ciudad, enumeró en el siglo XII 112 lemas o breves sentencias que deberían ser asignados a los siguientes y últimos 112 papas y con los que de una forma u otra tenían alguna relación. Esto evidentemente supone un acto de fe. Uno más. Pese a que esta predicción fue hecha en el siglo XII, no se publicó hasta casi quinientos años más tarde ya que Malaquías no tenía ninguna prisa por publicar. Apareció en el libro del benedictino Arnoldo Wion titulado "El árbol de la vida, el ornamento y la gloria de la Iglesia". Arbol de la vida y ornamento...La lista se acaba con el papa que elijan estos días, pasado el cual se llega a la ejecución profética.
Es como si alguien subido a una roca dijera unos nombres, quinientos años después los escribiera y el eco llegara hasta nuestros días. No sabemos si la señal, cual teléfono móvil, se ha perdido o enturbiado, ni tan siquiera sabemos si estamos al corriente de pago.
Para los aficionados al hermetismo estos son los cuatro últimos lemas asociados a papas:
De la Media Luna
De la fatiga o trabajo del sol
La gloria del olivo
Pedro Romano (Es el asignado al nuevo y último papa)
Seguro que se puede escribir algo incomprensible e ignoto al respecto.