lunes, 18 de febrero de 2013

San Valentín Revisited




El pasado Jueves un señor que administra un blog escribió una entrada que trataba sobre una persona con graves problemas de movilidad y los pensamientos atléticos que tenía al comienzo del día para motivarse. El señor del blog no cayó en la cuenta de que el pasado Jueves era el día de San Valentín y que la temática no se ajustaba a lo que normalmente se suele poner sobre la pareja, el amor o lo contrario. 

Sin embargo, pasados unos días leyó  un titular que decía que el día de San Valentín, Oscar Pistorius el atleta al que le faltan las dos piernas había asesinado a su novia. Este hombre es famoso porque a pesar de su grave minusvalía se ha convertido en uno de los mejores atletas mundiales en la distancia de cuatrocientos metros. Le cortaron las piernas por debajo de la rodilla antes de que cumpliera un año de vida y tuvo que sobreponerse a un cúmulo de adversidades primero para poder caminar y después para sobresalir en su disciplina. Ha sido ejemplo de superación para muchas personas de todos los continentes. Sin embargo fue incapaz de afrontar racionalmente un problema con su pareja.

Es sorprendente la descomunal fuerza de voluntad que tuvo que hacer para una cosa y la descomunal ausencia de voluntad para resolver la otra. Da la impresión que a veces los verdaderos retos no son los más evidentes o los que están a la vista de todo el mundo. Pistorius ha pasado de ser un representante de lo mejor de Sudáfrica a ser un criminal. Y esto visto a posteriori le deja al señor del blog un mal cuerpo, por la coincidencia de la actividad y minusvalía del protagonista del relato y también porque el señor del blog recordaba la fotografía que ilustra la entrada y que hablaba sobre discapacidades, actitudes y superaciones.


30 comentarios:

María Eva Ruiz dijo...

Que no te quede mal cuerpo Jaal por que nada tienes que ver con el asunto. Tal vez el atleta sea un ser excepcional, bandera de todas las superaciones y logros a pesar de su minusvalía, pero como hombre, como persona no supo arreglar su problema con su novia. Fue un atleta genial, pero una pésima persona.

Un abrazo grande,

Eva.

Juan Ignacio dijo...

Levantarse cada día y afrontar lo que la jornada nos depare es la prueba más importante.

Un fuerte abrazo,

silvo dijo...

Lo sucedido es muy fuerte y una pena, saludos

mónica dijo...

No tienes que sentirte mal. Para mi era un ídolo. Cuantas veces habré dicho lo de "ojalá hubiese más personas como él..." y mira. Luchó ejemplarmente contra la adversidad física pero no pudo hacerlo contra si mismo, contra su conducta. Ha decepcionado a todo el mundo. Pobre chica.

Joaquinitopez dijo...

Habría tanto que decir sobre el tema. De momento te diré que era uno de tantos que tiene engañado al mundo con su realidad.

Francisco Espada dijo...

Con frecuencia pensamos más en superar el Everest que en la loma que hay frente a nuestra ventana.

Un abrazo

Patzy dijo...

Los vericuetos de la mente humana son sorprendentes! Hace unos días leía sobre el "sindrome de Napoleón" (sentimiento de inferioridad que desarrollan algunos hombres de baja estatura que actúan de manera agresiva como consecuencia de la desventaja que sienten por ser "pequeños"). En lo ocurrido con Pistorius, caímos en cuenta que, finalmente, no es un superhombre, es una persona con las virtudes, miserias, complejos, equilibrios y desequilibrios de cualquier otra que, como él, haya rumiado el sabor de la injusticia sobre sí por muchos años. Las disparidades pueden hacer que te sientas el peor de todos o, por el contrario, el que todo lo puede... hasta matar. El mundo es cruel, y finalmente Pistorius era humano. Saludos, Jaal.

Pluvisca dijo...

jaal, creo que el mayor reto de la vida es saber manejar nuestras emociones, pero nos enseñan otra cosa, nos enseñan a destacar, a tener algo que la gente le llama éxito...pero todo es externo...y de noche, el vacio nos corroe...

Triste el final de este chico

besos

Andrés de Andrés dijo...

Es inquietante pensar en lo que puede esperarse de un ser humano. Desde la mayor de las hazañas hasta la peor de las villanías. Pero lo sucedido, que pinta feo, está en fase de investigación aún.
Tenemos tanta necesidad de ejemplaridad que aupamos en exceso lo excepcional con la misma facilidad que hundimos lo despreciable. La humanidad está probablemente en el término medio.

Arturo dijo...

Jaal:
En este caso, tiene cabida el dicho que indica que "cada hogar, un mundo".
Yo no tengo mayor información sobre el caso; ni siquiera lo conocía a este atleta; por ello, no poseo prejuicio alguno, al opinar.
Leí someramente que este hombre sufría de miedo y por ello poseía armas (incluso tenía una en la mesa de noche).
Parece que desconoció a su pareja y le disparó.
Hace unos años, un abuelo, procedió del mismo modo y mató a su nieto adolescente que, tras olvidar las llaves, al volver de noche, intentaba ingresar a la casa. Lo confundió con un merodeador y le disparó...
En este caso, solo el homicida sabe qué pasó.
Un gran abrazo.

Mirella S. dijo...

Cuando empecé a leer la entrada de ese "señor" sobre el corredor minusválido, pensé que se estaba refiriendo a Pistorius, porque había ya escuchado la noticia del asesinato. A los pocos renglones me di cuenta de que no era.
Sin embargo al "señor" del blog no le debe quedar ninguna molestia, porque hay de todo bajo el sol y así como Pistorius, puso toda su energía en superar su problema físico, descuidó lo más importante, lo afectivo. Pero eso no ocurre, afortunadamente, con todos los que tienen una minusvalía.
Un abrazo.

Rafa Hernández dijo...

Vi la noticia en la tele. Y si es cierto que ha asesinado a la novia, todos los esfuerzos, sacrificios y méritos que tuviese este atleta, sin duda que se le van a ir al garete. Porque cada vez que se mencione su nombre la gente lo relacionara directamente con el de asesino, y por supuesto no es para menos. Una lástima que su afán de superación debida a su mermada invalidez se vea empañada por un suceso de estos.

Un abrazo jaal.

Anónimo dijo...

Ese mismo día una joven argentina contrajo matrimonio con el asesino de su hermana gemela. Ninguno de los dos era minusválido.

No creo que te sirva de consuelo, pero al menos sabes que la maldad del deportista no viene dada por el hecho de que no tenga piernas.

Un abrazo

Nieves Martín dijo...

Tan sólo fue una coincidencia, queda claro la inocencia del señor del blog...

Bajo mi punto de vista, Oscar Pistorius es un atleta con minusvalía, y ademas muy bueno en esto de correr, sin embargo estoy segurísima que en su vida cotidiana, sus amigos, su guapa esposa, todos, dejaron de ver esa diferencia física que tiene con la mayoría, siendo tan sólo una peculiaridad de su personalidad, su lado oscuro, como dices no pudo afrontar los problemas con su pareja, se le fue la cabeza, lo tenía planeado, no sé lo que pudo suceder. Ahora tendrá que afrontar un juicio, una condena si es culpable, pero sobretodo tendrá que vivir con lo que ha hecho toda la vida y eso seguro que es un lastre mucho mayor que la ausencia de sus pies...

Uf como me enrollé. Un besote :)

Aristos Veyrud dijo...

El último titular que leí sobre el caso dice que en caso de ser culpado por la justicia le corre una condena a perpetuidad.
Desafortunadamente muchas víctimas mujeres y demás indefensos jamás se les hará justicia debido a la impunidad imperante en muchos países.
Ya se informará con más detalles sobre lo sucedido, por el momento lo de la equivocación parece que está descartado.
Abrazos Jaal!!!

genessis dijo...

Cada persona, un universo. Así somos.

Muy buena reflexión dada la ocasión.
Abrazos.

Noelplebeyo dijo...

No tiene perdón

sin más

Melvin dijo...

Esa es la mayor de las contradicciones, una paradoja de las que quitan el hipo y sin embargo, esencialmente humana... Porque no dejamos de ser nunca personas buscando respuestas y superando desafíos... Pero en ocasiones hay algo más.... Me encantó pasarme y tu reflexión. Un saludo.

Amando García Nuño dijo...

Soy algo aficionado al atletismo, y ya antes había mucho que decir sobre el presunto mérito de alguien cuyo comportamiento deportivo había dejado mucho que desear, y que había convertido su minusvalía en una ventaja competitiva y promocional. De todas formas, sabemos tan poco sobre las fortalezas del ser humano...
En todo caso, señor administrador del blog, el próximo sanvalentín será mejor que hables de flores y corazoncitos, es más prudente y menos arriesgado. Abrazos.

emejota dijo...

Siento llegar tan tarde, últimamente estoy aflojando las riendas blogueriles.
Digamos que en plan técnico lo veo del siguiente modo: Un hombre con exceso de energía, magníficamente encaminada en superar sus limitaciones pero que por lo visto una vez alcanzada una meta, dicho exceso de energía se convierte en un arma mortal.
Si enfocáramos las emociones de este modo otro gallo nos cantaría, frío pero mucho mejor organizado. Bss.

TORO SALVAJE dijo...

Como persona deja mucho que desear el señor Pistorius.

Saludos.

lichazul dijo...

nadie es excepción porque tenga un muñón o le falte otra cosa
las personas reaccionan y accionan motivados por las emociones más que por razones

muchas gracias por tus saludos y energías compartidas
en mi rincón, abrazo grande para ti
ten una semana preciosa!!!

sabores compartidos dijo...

Bueno este tipo de cosas son cad vez más habituales en gente que nos demuestra una gran furza de voluntad para superar las adversidades pero que a la hora de la verdad y como personas dejan mucho que desear.
un abrazo

Manuel R. dijo...

Es una pena. Una vida arrancada de cuajo y una persona que como muy bien dices ha sido ejemplo de superación y ahora ha descendido al más profundo de los abismos.
En la vida esto es más frecuente de lo que parece. Los ídolos caídos están por todas partes aunque es cierto que hay caídas y caídas.

Triste, porque no quiero dejar que una muerte así deje de afectarme y también por ver cómo alguien que parecía un ejemplo para los demás, termina en el lodo.

Un abrazo, jaal.

Humberto Dib dijo...

Es muy difícil opinar, no sólo porque cada persona es un mundo, sino también porque no sabemos a ciencia cierta lo que sucedió.
Te dejo un abrazo.
HD

Ana dijo...

Una noticia muy triste, nunca entenderé como una persona es capaz de matar a otra y mucho menos cuando se supone que un día estuvo enamorada o enamorado como en este caso.
Me parece repugnante.

Un saludo.

Doris Rosal dijo...

Muchos comentarios al respecto ... yo si quise creer en él ... es una lástima lo que pasó

Towanda dijo...

¿Qué decir ante esto?
Fue un gran atleta que superó todos los retos que se propuso pero era un cerdo, como todos los que hacen daño a los más débiles... Para mí, cayó el mito.

Besos.

Gavrí Akhenazi dijo...

Yo creo que comparar ambas cosas ya es erróneo y pretender que un ser humano maneje con el mismo rango todas sus discapacidades, es un poco descuidado.

La minusvalía física se supera. La minusvalía emocional no, aunque al superar la física pareciera que uno es un titán que lo puede todo. Así, la sociedad encumbra a personas que han hecho un esfuerzo enorme para vencer el físico y ya da por hecho que también han vencido lo emocional.

Hay cosas que no se superan y que además, no se ven. Agujeros que están ahí, latentes. Amputaciones invisibles del plano emocional, que ningún éxito remedia.

Creo que convendría reflexionar sobre esta vastedad del alma humana, porque los humanos, mal que le pese a las posiciones políticamente correctas, somos capaces de todo, basta que nos pongan en el disparadero.

Ahora diré algo que dicen mucho los cristianos para convalidar el mal de todos: El que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.

Dentro de los humanos hay cosas que nadie da por ciertas, porque nadie, en realidad, quiere hacerse cargo de que están ahí. Cuando las ven en otro, como es este otro que por otras cosas humanas fue digno de aplausos, entienden que la sombra existe y en vez de comprender, se cruzan de vereda.

Lo digo porque así lo creo y así lo creo por todo lo que he visto a lo largo de toda mi vida y que me sitúa en una posición siempre "políticamente incorrecta".

Cuando un ser humano que no es un psicópata mata, no mata porque sí.

Shalom

Uno dijo...

Nadie es bueno en todo. A menudo unas excelentes aptitudes para una disciplina conviven en la misma persona con una torpeza absoluta para llevar a cabo otros asuntos.
Hay minusvalías que no se ven a simple vista.

Un abrazo

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